El Imperio universal de Carlos I

Carlos I de España y V de Alemania recibió una gran herencia territorial:
- Por parte materna: de su madre, Juana La Loca, heredó el reino de Csatilla, Navarra, la Corona de Aragón, los territorios italianos y las posesiones americanas.
-Por parte paterna: de Felipe el Hermoso recibió Los Países Bajos, Luxemburgo y el Franco Condado; y las posesiones de los Habsburgo y el título de emperador.

No fue un buen emperador, ya que no dio tanta importancia al reino español como debería de haber sido. Y se producieron muchos problemas en España y en el resto de su Imperio.
Se decía que en los territorios qe él poseía nunca se ponía el sol.
Carlos I llegó a la Península en el año 1517. Las Cortes le ofrecieron ayuda para poder gobernar bien el reino, pero él sólo las convocó para pedir dinero y coronarse emperador. En 1520 se fue a Alemania porque había un malestar que cada vez crecía más y más, y que estalló por diferentes problemas:

·Problemas Internos
- La revuelta de las Comunidades. 1520-1521 surgió en varias ciudades de Castilla como protesta de los hidalgos, artesanos y comerciantes. Este conflicto se extendió y también se produjeron revueltas campesinas. El ejército Comunero fue derrotado en Villalar (abril 1521) y Padilla, Bravo y Maldonado, sus dirigentes, fueron ajusticiados.

- Las Germanías estallaron en la Corona de Aragón, y en Valencia y Mallorca sucedieron los hechos más graves. Fue una revuelta de artesanos y campesinos que pedían tener acceso a los cargos municipales y la mejora de los arrendamientos campesinos.

Carlos I no los defendió y se alió con la nobleza, ganando en 1523.

·Conflictos Exteriores

- Primero se enfrentó a Francia 1525-1544, su gran rival. Hubo numerosos enfrentamientos, pero finalmente venció a Francisco I en la batalla de Pavía 1525.

- También se enfrentó a los turcos, amenazando la zona del Mediterráneo y el Danubio. Carlos I ocupó Túnez, ya que quería impedir su expansión.

- El conflicto más grave de todos fue el causado por el protestanismo de Lutero. No hubo forma de encontrar un acuerdo, y así se iniciaron una serie de largas guerras de religión.
Finalmente el emperador Carlos I tuvo que aceptar la igualdad del catolicismo y del protestanismo y la libertad religiosa de los Estados alemanes.